Como continuidad a una larga trayectoria en la explotación ovina nace esta quesería en Albarracín. Más recientemente, coincidiendo el décimo aniversario, se construye en sus instalaciones la Cava de Mía. Cava de piedra caliza que reproduce las condiciones de una cueva natural pero contando con la tecnología más avanzada.
El queso Sierra de Albarracín une, en unas coquetas instalaciones, el respeto a la tradición quesera de la sierra con el cuidado y esmero en la maduración. Es clave, sobre todo en los quesos de leche cruda, la calidad de la leche de oveja. Con esta leche, sin ningún tratamiento térmico, se elabora una familia de quesos que recoge la amplia gama de sabores y matices olorosos de la propia leche.
Son quesos de pasta prensada con una maduración mínima de 9 meses en los tamaños de 3 Kg y de 6 en los de 600-700 grs. Con estas curaciones ya han desaparecido los sabores ácidos y emergen olores intensos a leche de oveja y aromas que evocan a frutos secos. La pasta es consistente, firme y con cierta granulosidad, presenta coloración amarilla pajiza oscura y tiene ojos distribuidos irregularmente.
Un placer disfrutarlo. De mil maneras, pero en un bocadillo recorriendo los pinares de rodeno de esta sorprendente sierra puede ser inolvidable.
